Nada se consigue sin esfuerzo

ABRIL 3

No basta con querer una cosa. Es indispensable poner los medios para alcanzarla. Porque querer una cosa y no poner los medios, una de dos: o es una simpleza o es una cobardía.

Una simpleza que pretende alcanzar las cosas sin esfuerzo, sin trabajo,sin emplearse a fondo. O una cobardía, que no deja desarrollar las fuerzas del espíritu, las inhibe, afloja los resortes de la voluntad.

El que lucha y al mismo tiempo confía en Dios, llegará a la victoria. El que se esfuerza y también tiene fe en sus propios esfuerzos, va por buen camino.

El que se emplea a fondo con optimismo y no mira tanto al trabajo cuanto al éxito que coronará el trabajo, es digno de que Dios mismo esté de su parte y lo apoye.

Y si Dios está de su parte, ya puede dar por descontada la victoria. Victoria que no le llegará quizá por sus esfuerzos, sino por la ayuda de Dios. Pero ayuda de Dios que exige que nosotros pongamos nuestros propios esfuerzos.

"El Reino de los cielos sufre violencia 
y los violentos la conquistan"
(Mt. 11,12)

No se habla de la violencia contra los demás, sino contra sí mismo. Aquella violencia que es la renuncia al propio egoísmo, a las propias conveniencias y comodidades.
No estará demás que te examines si haces violencia a los demás, en lugar de hacértela a ti mismo.