MAYO 19
A causa de mí, es decir, por mi causa, por causa de Dios, por la causa del bien, de la justicia, del deber.
Porque entonces el insulto es un honor, ya que es reconocer que somos fieles a la verdad, a la bondad, al deber; y ningún honor mayor puede darse que esa fidelidad.
A causa de Dios, pues, entonces el insulto, la persecución y la calumnia no queda en nosotros sino que llega al Corazón del mismo Dios
El que habrá de compensarnos del insulto, de la calumnia y de la persecución, será el mismo Dios; y cuando Dios compensa, por cierto lo sabe hacer muy bien y lo quiere hacer maravillosamente.
Es preferible caer en las manos de los hombres que caer en las manos de Dios; antes hay que obedecer a Dios que a los hombres.
Ser perseguidos por la justicia es reconocer que somos justos
Ser insultados por nuestra adhesión a Dios, es juzgamos partidarios y amigos de Dios.
"Venid conmigo y os haré pescadores de hombres.
Y ellos, al instante, dejando las redes, le siguieron"
(Mt, 4, 19-20).
También a ti un día el Señor te llamó y tellamó para hacerte pescador de hombres; fuiste a aquel cursillo, a aquel retiro, aaquellos ejercicios, porque Dios te llamó