10 de Septiembre
Cualquier actuación en tu vida tiene una gran importancia,
tanto para ti como para todos los hombres.
Si en tal o cual ocasión no procedes mal,
el mundo se sentirá un poco menos malo, y esto por ti.
Si en otra oportunidad procedes con rectitud y honradez,
el mundo se sentirá algo más bueno, y en esto por ti.
De ti depende que el mal aumente en el mundo,
o por el contrario, crezca el bien;
que el mundo siga enfermo o sane de sus males.
Que el mundo se sienta más desdichado o más feliz.
Todo depende de ti.
No hables tanto, no critiques tanto,
no te amargues tanto;
obra más y obra mejor
y tu acción será positiva.
No siembres cardos de pesimismo; esparce semillas de bondad.
“Todos ustedes, que fueron bautizados en Cristo,
han sido revestidos de Cristo
todos ustedes son uno en Cristo Jesús”
(Gal 3,27-28)
Cristo es el que unifica, el que hace que los hermanos seamos uno,
que todos tengamos un solo bautismo y una sola fe,
seamos un solo Cuerpo y un solo Amor.
Cristo es el principio de la unidad;
por tanto, cuando nos falta unidad es porque nos está faltando Cristo.
* P. Alfonso Milagro
Cualquier actuación en tu vida tiene una gran importancia,
tanto para ti como para todos los hombres.
Si en tal o cual ocasión no procedes mal,
el mundo se sentirá un poco menos malo, y esto por ti.
Si en otra oportunidad procedes con rectitud y honradez,
el mundo se sentirá algo más bueno, y en esto por ti.
De ti depende que el mal aumente en el mundo,
o por el contrario, crezca el bien;
que el mundo siga enfermo o sane de sus males.
Que el mundo se sienta más desdichado o más feliz.
Todo depende de ti.
No hables tanto, no critiques tanto,
no te amargues tanto;
obra más y obra mejor
y tu acción será positiva.
No siembres cardos de pesimismo; esparce semillas de bondad.
“Todos ustedes, que fueron bautizados en Cristo,
han sido revestidos de Cristo
todos ustedes son uno en Cristo Jesús”
(Gal 3,27-28)
Cristo es el que unifica, el que hace que los hermanos seamos uno,
que todos tengamos un solo bautismo y una sola fe,
seamos un solo Cuerpo y un solo Amor.
Cristo es el principio de la unidad;
por tanto, cuando nos falta unidad es porque nos está faltando Cristo.
* P. Alfonso Milagro